¡Hola a todos!
Hoy es un día que marcará un antes y un después en mi vida. Me llamo Ana y tengo veinte años.
Acabo de recibir un email emocionante que ha puesto mi mundo patas arriba. Una aerolínea ha confirmado que he sido aceptada en su próximo entrenamiento inicial.
¡Sí, lo logré! Pasé todas las pruebas de acceso y ahora tengo la oportunidad de seguir mi sueño de convertirme en azafata.
Es difícil expresar con palabras lo que estoy sintiendo en este momento.
Hay una mezcla de emociones que luchan por dominar mi corazón. El orgullo es el primero en aparecer. Sentir que todo el esfuerzo y dedicación que invertí en el proceso de selección ha dado sus frutos me llena de una satisfacción indescriptible.
Saber que fui elegida entre muchos candidatos me hace sentir única y valiosa.

Sin embargo, también hay cierta dosis de temor. Es natural sentir miedo ante lo desconocido. Esta nueva etapa implica enfrentar retos y responsabilidades que nunca antes había experimentado.
Aunque sé que el entrenamiento será riguroso y demandante, estoy dispuesta a dar lo mejor de mí para aprender y crecer en esta profesión que tanto anhelo.
La ansiedad se mezcla con el entusiasmo, creando una montaña rusa de emociones.
Esperar el día en que comience el entrenamiento se vuelve un reto en sí mismo. Quiero empezar ya, pero también quiero aprovechar cada segundo para prepararme mentalmente y emocionalmente.
Esta oportunidad significa mucho para mí, y quiero estar lista para enfrentar todo lo que venga.
Tengo muchas ganas de aprender, de conocer nuevas personas, de descubrir lugares y culturas diferentes.

Convertirme en azafata no solo es una profesión, es una forma de vida que me permitirá vivir aventuras, aprender constantemente y brindar un servicio esencial a los viajeros.
Sé que habrá momentos difíciles y desafiantes, pero también estoy segura de que cada obstáculo superado me hará más fuerte y me permitirá crecer como persona.
Quiero aprovechar al máximo esta oportunidad y convertirme en una azafata excepcional, capaz de dar la mejor experiencia a los pasajeros que confíen en mí durante sus viajes.
Quiero dar las gracias a todos aquellos que me apoyaron en este camino, a mi familia, amigos y a quienes creyeron en mí, en especial al equipo QrewMentor sin el cual nada de esto habría sido posible.

Su aliento y confianza fueron fundamentales para mantenerme enfocada en mi objetivo.
Compartiré mis experiencias, anécdotas y aprendizajes en esta nueva travesía.
Espero que me acompañéis en esta emocionante aventura y juntos vivamos la magia de volar y descubrir el mundo desde las alturas.
¡Hasta pronto! El cielo es el límite, y estoy lista para volar alto y alcanzar mis sueños.
¡Nos vemos en el próximo vuelo! 🛫✈️
Con cariño, Ana
¡Gracias a ti Ana, te lo mereces!
Encuentra cielos pacíficos.
Enrique
